Estas últimas semanas estoy viviendo por primera vez en primera persona lo que es la pasión de una afición por un deporte. Siempre he sido muy aficionado al baloncesto, pero mi equipo favorito está en Badalona y su pabellón a 680 kilómetros de mi casa. Nunca he sido futbolero, y sólo me he echado a la calle -como casi todo el país- cuando España ganó la Eurocopa este último verano. Tampoco he hecho más colas en mi vida que las de las entradas del cine de cinco minutos, y no he visto colas espectaculares si no contamos algún concierto de Bustamante al pasear cerca del recinto. Hasta ahora.
La locura ha llegado a Brno, el equipo de hockey está en la final y se está jugando la posibilidad de ascender a primera, doce años después. El pabellón, de 7200 espectadores se queda muy pequeño. Y la lucha por las entradas que quedan una vez quitas las de los socios y las que se dan al otro equipo está llegando a extremos que jamás podía haber imaginado. Para el quinto partido de semifinales llegué hora y media antes y me quedé sin entradas. Para el séptimo partido de semifinales llegué cuatro horas antes (a las 5 de la mañana) y me quedé sin entradas (el temido ‘vyprodano’ que significa ‘agotado’ en checo)
Pero ayer, decididos a pasar la noche en la calle (la primavera está llegando a Brno, aunque poco a poco…) cuando enfilamos la calle Lidicka desde Moravské náměstí a las doce de la noche vimos una cola enorme… entre 100 y 200 personas allí ‘acampadas’ en mitad de la acera, con sus colchonetas, esterillas, mesas y fuegos para no pasar frío. Los primeros de la fila llevaban desde las ocho de la tarde, trece horas antes de que abriesen la taquilla. Una locura. Demasiada locura.
Uno se queda sin palabras, locos, apasionados, aficionados… He aguantado muchas horas de pie para conseguir entradas estas últimas dos semanas, pero ayer me tuve que rendir a la evidencia de que por mucho que sea un aficionado del Kometa, aún estoy a años luz de ese sentimiento, de esa ‘locura’ que estoy viendo que se vive en esta ciudad. Quizá más adelante…