El lunes publiqué el resumen de la charla que di en la WordCamp Santander el pasado sábado 11, pero también me gustaría escribir una pequeña reseña de lo que fue el evento porque dio mucho de sí. Ya hay fantásticos posts publicados sobre las conferencias, sobre las personas y sobre el evento de otros asistentes (recopilados en la entrada de Enlace Permanente del viernes pasado) pero como bien se dice «una WordCamp no termina hasta que escribes sobre ella«… y ya va siendo hora de pasar página… así que aquí está lo mío a modo de lista aleatoria de pensamientos que me produce volver sobre ese fantástico fin de semana.
- Me encanta que haya habido tanta representación gallega en mi tierra. Fernando y Julio ya eran veteranos en Santander, pero Lhosca, Wajari, José Luis, Carlos, Miguel, Lúa, Natalia… (y alguno más que seguro me olvido) era la primera vez que iban. La gente de aquí se mueve mucho y si en algo he ayudado a que el fin de semana les fuera más fácil, yo encantado.
- El evento en sí ha ido sobre ruedas. Vale, es el tercer año, mismo lugar, prácticamente mismo equipo… y eso se nota. Pero eso no quita ni un ápice de felicitación por el trabajazo que se han pegado minuto a minuto durante meses para que todo saliera bien. Despistes siempre hay, pero sólo por permitirnos conocer el Palacio de la Magdalena por dentro y llenarlo de cosas de WordPress se les perdona todo.
- Ni track A ni track B. El track del pasillo ha pasado a ser el protagonista para mí. Al principio no entendía como hablando con gente como Ibon me decía que él iba a los eventos pero casi no iba a ver charlas. Ahora ya lo comprendo todo. Tanta buena gente reunida bajo un mismo techo y al final, tan poco tiempo para hablar con todos, hace que las charlas pasen a ser algo secundario. Que además quedan grabadas y ya están subiéndose a WordPress.tv.
- Aún así he echado cuentas y vi casi 7 charlas (más la mía) con lo que sólo me salté un par de horas del programa. De todas he podido aprender algo. Me quedo (porque aprendí un montón y me gustó mucho cómo la dieron) con la de Ana Cirujano sobre tipografía (ya he puesto en uso el en un proyecto esta semana) y la de Roberto Tuñón sobre la doble UX de WordPress (veo un ponente must de futuras WordCamps).
- Dar gracias como no podía ser de otra manera a los patrocinadores que han permitido que se pudiera celebrar la WordCamp. Prácticamente todos los stands de empresas de hosting. Ningún cortador de jamón. Yo lo dejo caer.
- No quiero ponerme a nombrar a personas porque luego tú, que estás leyendo esto, empiezas a mirar, a mirar, y ves que no te he nombrado pese a la conversación tan interesante que tuvimos y dices, «joder, qué capullo», así que prefiero decir en general que lo más grande de la WordCamp Santander son SUS ASISTENTES:
Los veteranos con los que ya me he cruzado en varias WordCamps porque sois unos cracks y unas personas fantásticas.
Los que asistieron por primera vez y charlamos, nos saludamos o simplemente nos sonreímos, porque ya estáis enganchados para la próxima y espero que me volváis a saludar (soy malísimo con los nombres y las caras, ya os aviso).
Y los que asistieron e hicieron la de pasar desapercibidos o quedarse con su grupo de amigos… si habéis llegado hasta este blog es que os ha picado la curiosidad y tenéis 365 días para que el año que viene sea diferente. Yo conté cómo lo hice en esta charla el año pasado. - Cosas extras que aprendí: Ibon se nos va a hacer rico algún día con las criptomonedas mientras come tortillas random. Si tenéis un móvil nuevo, quitadle lo primero el flash para no liarla en una sigilosa foto en una after party. El cocido entra de maravilla los domingos. Dejo aquí espacio para una pregunta de Fernan. Y otro espacio para que descanse Rafa. La familia Gómez Soriano son amor. Los que os reísteis los primeros de mis chistes podéis pasarme vuestro PayPal para agradeceros el trabajo de que mi charla saliera bastante bien. A Mauricio se le echa de menos cuando no está en una WordCamp.
- Y por último, dar gracias a todos los voluntarios, organizadores y, especialmente a los que más he tratado, a Nacho por ser un tipo grande en todos los sentidos y a Darío porque sin sus gruñidos periódicos, probablemente no estaría escribiendo estas cosas.
El año 2018 se presenta con muchas WordCamps: Zaragoza, Las Palmas, Sevilla, Madrid, Bilbao, Barcelona, Santander, alguna más aún por confirmar… y Pontevedra. Me encantaría poder ir a todas pero claro, pagándolo todo de mi bolsillo como que no me sale a cuenta. Si alguna empresa (a ser posible la que lleve el cortador de jamón al stand) me quiere patrocinar el viaje, la estancia y, sobre todo, las horas dedicadas a esto, ya sabe cómo contactarme. (Y si no lo sabes, empresa jamonera, hay un botón de contacto arriba, maldita sea, toma el enlace).
Mi plan inicial es ir a Madrid, tal vez a mi primera WordCamp internacional, aunque sea en Porto, que está tres veces más cerca que Santander y dedicar esfuerzos a la organización del evento en Pontevedra y a fomentar el grupo local de la meetup. Pero quién sabe, ¿no? Lo iremos contando.
Ya se lo comenté a Darío en persona. En esta ocasión no tuve oportunidad de dar una charla en la WordCamp Santander, pero encontré un espacio donde poder hablar de mis cosas con micrófono incluido. Ese espacio fue precisamente el tiempo de preguntas después de las charlas.
Y, por otro lado, preguntar tiene muchas ventajas:
– Sobre el contenido, permite aclarar algunos puntos que no hayan quedado claros en la charla
– Para los asistentes, rompe el hielo y anima a que otros también pregunten
– Para el ponente, le reconforta y da mucho gustito porque demuestra que le han prestado atención y ha suscitado interés.
Estrategia triple «win».
Aunque como bien dijo Ibon, más que preguntas, en ocasiones, fueron comentarios :) Dad gracias que no cante.
Las preguntas son necesarias, y también lo es el humor. Aprovecho este espacio que se me brinda, no para preguntar esta vez, sino para felicitarte por esta última charla, y por todas las anteriores en general. El humor es importante.
Y aprovecho para dejar algunos titulares que me vienen a la cabeza después de leer el post, que para un blog que no usa el horrible Disqus, vamos a darle leña al mono.
«WordPress.tv, el YouTube de los WordPressers»
«Tortillas con Bitcoins pero sin cebolla»
«JamónPress, CopazoPress y Cena de No Ponentes como WordPress way of life»