Gente que enseñáis a otras personas, me fascináis. Vuestra paciencia. El cómo salís airosos de los aprietos en los que las preguntas menos esperadas te colocan. El cómo repetís cien veces una misma lección y cada vez lo hacéis un poco diferente y un poco mejor. El cómo preparáis unos temarios y unos itinerarios para que los que vayan a aprender puedan pasar del más absoluto desconocimiento a controlar un tema con soltura. Bravo por vosotros.
Gente que enseñáis a otras personas ya sea de manera presencial o por Internet. En tutorías personalizadas, en vídeo llamadas, en cursos grabados en vídeo, en podcasts o en tutoriales por escrito. Los que compartís conocimiento de manera gratuita y los que os ganáis la vida con ello. Me fascináis todos. Y os admiro mucho.
Yo siempre he dicho en alto que enseñar no es algo para mí. Que no tengo paciencia. Que igual no me sé explicar bien. Que parezco más un profesor de universidad (de los malos, de los que no saben hacerse entender porque no pueden ponerse en el lugar del que no tiene los conocimientos que él tiene) que un buen maestro.
Supongo que esto es como todo. Igual que hablar en público no era para mí. Que me daba miedo escénico. Que qué iba a contar yo. Que cómo iba a dormir la noche antes. Excusas de las que uno mismo se convence.
Así que imagino que dejaré de decirlo, aunque no tenga muchas intenciones de momento de convertirme en maestro de nada. Seguiré ensayando en las charlas. Porque en media hora es más fácil explicar uno o dos conceptos y que queden claros. Porque paso a paso se va aprendiendo.
Y porque en cada charla que veo, cada curso al que me apunto, cada tutorial en el que viene explicado cómo hacer algo que me va a permitir mejorar como profesional, intento aprender cómo enseñáis también. Para la próxima vez.
¿Algún truco de buenos profesores para que me lo apunte? Se agradecen.
Desde el imperio romano hay una máxima que nunca pasará de moda:
DOCERE ET DELECTARE
Enseñar y divertir, deleitar o en general, despertar el interés del alumno por aprender.
Otra máxima de la comunicación es adaptar el discurso al receptor. Con esas dos cosas y la propia preparación, solo quedaría una más. Como bien dices, todo es cosa de práctica.
¡Gracias Virgilio por el comentario!
Hola Juan,
ya diste el paso a dar charlas, como seguro diste el paso a hablar con clientes, o incluso organizar eventos… siempre hay esa voz interna que nos mete «miedo». Pero, si tu mente te dice que escribas este artículo es porque algo hay en tu interior sobre dar formación.
Tampoco tienes que olvidar que dar una charla en un evento también es enseñar. Recuerda el taller que diste en WCBilbao, eso, amigo mío, es una clase. Intenta recordar tus sentimientos antes, durante y después de ese taller… ¿Qué tal fueron? ¿Pudiste dormir? ¿Te pudieron los nervios? ¿Se acabó el mundo? ¿Qué dijo la gente?
Seguro que hay cosas a mejorar de ese taller… ¡eso siempre! pero también estoy seguro que realmente salió mucho mejor de lo que pensabas que iba a ser.
No tengo ni idea de si soy buen profesor como para darte trucos y consejos, pero es importante que te apasione lo que vas a enseñar. O que, al menos, creas que es realmente útil para el alumno y así enseñarle lo máximo posible.
Creo que mi estilo de «profesor/speaker» es de tipo: mega flexible. Esto es, si alguien tiene una duda y tengo que sacar pizarra y decir que «El dominio es la dirección de tu casa, pero, en vez de ser Calle de Las Lamentaciones 25, es «Casa Paqui». Por lo tanto, un servidor es el Edificio donde está tu casa, y que la DNS es el tío de correos que sabe dirigir a la gente a tu casa. Y que, además, cuando cambias de Edificio, el señor DNS actualiza su información y redirige a la gente allí, pero que al tío no le llega esa info al momento si no que puede tardar 24 o 72 horas…» pues se dice :)
Bueno, que se me va de las manos. Ojalá te animes a dar alguna clase, ya sea presencial u online, será un placer aprender de ti.
¡Gracias Ibon por el comentario! Las charlas son una forma de enseñar pero son más unidireccionales por la restricción de tiempo comparado con un aula o un curso online donde tienes que ser más profesor, resolver más dudas… Y en esos casos no te vale lo de ‘esto no lo sé’… Supongo que al final es cuestión de preparárselo todo muy bien y que si dominas el tema y te gusta, se nota a la hora de enseñarlo.