«La cámara debería ir… hacia Jaime…»
Jueves 7 de mayo a las 18:00. Ya había terminado mi primera jornada como presentador de la WCES y estaba contemplando la pantalla igual que podía haber estado cambiándome de camiseta o rascándome la nariz. Después de la cortinilla (muy currados todos los diseños, igual que la web, el Wapuu, las camisetas y demás) aparecería Jaime y yo me iría a hacerme un bocadillo o a ver alguna charla más.
Y ahí aparezco de nuevo. Los primeros diez segundos de silencio, que a mí se me hicieron eternos, sirvieron para entender qué estaba pasando, asustarme, pensar en tapar la webcam y salir corriendo, buscar en el Streamyard a alguien diciéndome qué estaba pasando o idear una buena salida.
Demasiadas cosas para mi cerebro.
Así que, como era de esperar, dije lo primero que se me pasó por la cabeza. Y, aparentemente, eso fue soltar con una voz muy inquietante «la cámara… debería ir… hacia Jaime… en este momento…» confiando en que con mi gesto de manos el realizador decidiera pinchar la otra pantalla y quedara fantástico. Bueno, más o menos, 7/10. Nilo, tenemos que mejorar.
Descojone en el chat de YouTube, descojone en el chat de la organización, descojone de la gente cuando lo fue viendo. Objetivo conseguido, que yo voy a las WordCamps a que la gente se lo pase bien y por eso me subo al escenario. Vaya, parece que el hecho de que sea online no iba a ser problema para que fuera una WordCamp al uso.
«Buff, ¿otro evento online? No lo veo…»
Para mí hasta hace unos días los eventos online eran webinars. Como mucho vídeollamadas de Zoom con varios participantes. Y, sinceramente, no entendía cómo se pretendía llevar el ambientazo de una WordCamp a este «mundo». ¿Sesenta webinars seguidos? Nah…
Cuando el gran Pablo Moratinos decidió tomar las riendas de este proyecto (no hay enhorabuenas suficiente para darte Pablo, chapeau) y pidieron voluntarios, extrañamente para mí, no levanté la mano.
Cuando lanzaron la llamada a ponentes, y tras poner en la balanza el participar en un evento único (¡e histórico!) o el estrés de preparar una charla y darla delante de una webcam, sin el calor del público, tampoco levanté la mano.
Pero cuando el propio Pablo me invitó a participar la última semana como parte del equipo de presentadores… ahí ya no iba a decir que no. Así que sin pensarlo ni un segundo, me embarqué en poner mi pequeñísimo granito de arena.
«No me gusta mucho tu conexión, Juan, ¿has reiniciado?»
Después de varias reuniones y charlas en el Slack te das cuenta un poco de dónde nos habíamos metido las personas que iban a presentar. Sí, era una tontería, seguir instrucciones de lo que había que decir y recordar a los asistentes, presentar a los ponentes, seleccionar preguntas, hacerlas, evitar que la cosa quedase muy sosa y, sobre todo, cumplir los tiempos para que todo el evento fuera en hora y rodado.
Pero también había que dejar el listón alto porque éramos la cara visible del trabajo que durante un mes había hecho un grupo de currantes de campeonato. El equipo organizador al completo: los que habían vendido los patrocinios en minutos y habían ideado cómo emular la experiencia de las mesas de patrocinadores, los que habían redactado los contenidos, los que llevaban las redes y el marketing, los que habían seleccionado a los ponentes y montado el programa, los que habían diseñado todo lo que hay alrededor de la WCES, los encargados de la web, los que gestionaron el día del contribuidor, los mentores para los ponentes…
Y, por supuesto, el equipo de streaming. Julio, Francesc y Nilo. Sois muy grandes. Si normalmente una llamada a 3 ya suele generar problemas de cámaras y audio, montar semejante producción, con más de 60 personas entrando y saliendo cada uno con sus equipos, sus conexiones, la gente que hacía las transcripciones, el doblaje en la charla de Matt… ¡Brutal!
Yo que no me considero ni un experto ni un novato en esto, no quería darles mucha guerra. Aún así, nada más entrar el primer día, me caí del backstage por apoyarme en el ratón y que este entendiera que era un gesto para ir a la página anterior (moraleja: quitad los gestos de los ratones); el segundo día le juré a Julio que todo iba bien y me había olvidado de cerrar el Dropbox, las actualizaciones de Adobe y no sé qué más; y para rematarlo en las preguntas que le estaba haciendo a Fernan, mi micrófono decidió que hasta aquí habíamos llegado y que continuara sin él.

«Lo bueno de ver Eurovisión es seguir los comentarios de la gente en Twitter…»
Y quien dice Eurovisión dice First Dates, Master Chef o cualquier programa que echen en la tele. Y no os voy a mentir, creo que es una de las cosas más logradas de la WordCamp: cómo la comunidad ha respondido como mejor sabe, haciendo comunidad.
Un webinar lo ves cuando tienes un rato, aprendes algo, y te olvidas. Las tardes del miércoles al viernes de la semana pasada, no solo había charlas para aprender. A la vez tenía un ojo en Twitter con lo que comentaba la gente en el hashtag, otro en el canal de Telegram de «Gallegos en la WCES», otro en conversaciones con amigos en Slack, en iMessage, el grupo de WhatsApp de la organización, el chat de los canales de YouTube, los canales de Zoom para hacer networking…
Era imposible no dejarse llevar, olvidarse del trabajo y sentirte en un corrillo, en otro, hablando con docenas de personas, muchas ya amigas, otras nuevas conocidas.
Tiene mucho mérito y creo que es donde la comunidad española de WordPress va a dejar su marca siempre. Nos lo pasamos bien, nos gusta el cachondeo y remamos todos a una.
Incluso para alguien como yo, que muchas veces me saturo de la interacción social y tengo que recuperar mi espacio, teniéndolo tan sencillo como hacer un clic y levantarme de la silla, apenas tuve que hacer ninguna bomba de humo de lo bien que me lo pasé.
Y las charlas… ¡vaya charlas!
No voy a entrar en detalle de las charlas que vi (que fueron muchas) tanto en los tracks que presenté como luego durante el fin de semana. Pero hubo mucho, mucho nivel.
Empezando desde el primer minuto con un Wajari intentando meter un taller de 4 horas en 45 minutos y con efectos especiales, siguiendo con el bigote de Fernando Puente, la originalidad de Fernando Portomeñe o Isa Gómez, las risas con Adrián Cobo…
Cracks que ya nos tienen acostumbrados a conferencias muy interesantes como Mauricio, Darío, Nando, Vanesa, Fer, Tomás, Rocío, Caribay, Iván, Jesús, Moncho, Conti, Lúa, Roberto, Ana…
Personas que no había visto apenas y me fascinaron como Vi(n)cent, Iñaki, Miguel Useche, Itziar, Chus, Esther, Alba, Anxo, Valentina, Pablo Honey…
Y mención especial a mis «presentados», con los que me lo pasé genial grabando para las charlas cortas sus presentaciones (¡hola Álvaro, Isa, Daniel, Marina, Luis Miguel e Isabel!) y charlando y profundizando con los de las charlas largas: José Peleato, Néstor, Fernan, Laura y Nahuai.
Si no estás aquí mencionado, dos opciones: que me haya olvidado o que aún no haya visto tu charla, que no he tenido tiempo de verlas todas. Pero ya os digo, ¡enhorabuena a Weiko y a su equipo por aguantar a José Luis, digo, por montar este espectacular programa!
Recordad que podéis ver todas las charlas ya subidas en WordPress.tv gracias al fantástico equipo de la comunidad española.
«¿Qué harías a WordPress con una varita mágica?»

Que Matt Mullenweg y Matías Ventura se pasaran a compartir también conocimiento y buen rollo con todos en la WCES se agradece un montón. Nos acerca a todos un poco a esa idea de que todos formamos parte de lo mismo, nadie es un ser intocable y esto va de currar, de democratizar la publicación y de código abierto.
Yo envié dos preguntas y tuve la suerte que seleccionaran una de ellas: les ofrecí una varita mágica para cambiar lo que quisieran de WordPress. Matt eligió GraphQL nativo y Matías eligió un mundo mejor para el repositorio de temas y los patrones de Gutenberg. ¡Ay Matías, tienes que salir un poco de tanto curro! ¡Con una varita mágica deberías haber pedido poder clonarte como poco!
La pregunta que se quedó en el tintero fue cuál fue el mayor aprendizaje que Matt había sacado cuando hizo el Camino de Santiago. Veremos si algún día nos lo viene a contar a la WordCamp Pontevedra, ¿no?
«Una WordCamp no termina…»
Esta WordCamp no terminó el día de las charlas. El sábado por la tarde hubo un fantástico Día del Contribuidor al que yo no asistí pero por lo que me ha contado todo el mundo que estuvo (y fue un montón) fue espectacular.
Mucho trabajo hecho, muchas nuevas manos para ayudar a la comunidad y a WordPress, muchas ganas de hacer y de aprender… y el mismo buen ambiente que los días anteriores.
También sabéis que una WordCamp no termina hasta que se escribe sobre ella. Pero esta WCES ha sido algo superior. Y creo que se va a hablar de ella durante mucho tiempo. Ahora tomará el testigo la WordCamp Europe Online, a primeros de junio. No tenía mucha esperanza a este tipo de eventos, pero oye, me estáis convenciendo.
Siento que este es un resumen a medias porque es imposible contar todo lo que pasó la semana pasada y las anteriores. Me faltan alabanzas a las charlas de Nahuai y Fernan, me faltan bromas hacia Jaime o Yesares, me faltan anécdotas con Materrón, Carla, Nora o Fernando, los otros presentadores, me faltan mil detalles que me gustaría contaros. Pero tampoco hay que abusar… si os lo habéis perdido… ya sabéis que para la próxima, no podéis fallar. La comunidad de WCES nunca falla.
Juan, aviso, vengo a dejar el primer comentario (ñoño).
Totalmente de acuerdo con que la comunidad WCES no falla, pero tú tampoco lo haces.
Pocos showmans son capaces de sacar 10 segundos de impavidez seguido de un «La cámara debería ir… hacia Jaime…» con una voz que ni tú mismo sabes de dónde sale.
Has demostrado que Cuidadanob funciona (casi) perfectamente online también.
Vuelvo a reconocer que me hizo una ilusión infinita que presentaras mi charla.
Un check más hecho. 😜
Yo también estaba con esa sensación de… ¿otro evento online? (a pesar de haber levantado la mano para dar charla 😅) y me ha sorprendido muy gratamente lo bien que se ha trasladado el ambientazo WordPressero por la ondas/fibra.
¡Un abrazo!
¡Gracias, Nahuai! La verdad es que la única pega de la WCES es que les ha quedado tan bien que ahora cualquiera se va a plantear muy mucho hacer un evento online por las comparaciones…
Y enhorabuena por tu charla, estoy seguro que ha despertado algo dentro de mucha gente y has puesto un buen grano de arena… ¡Igual cambias el mundo!
Gracias por la me(n)ción! Me alegro haberte causado buen impacto :D
Eres único, Juan. Un millón de gracias. 🤩
¡Gracias a ti, Ana! Menos mal que soy único, porque más de uno ya sería multitud…
No cambies! 😉
Ya leí tu resumen! Me encantó! Fue una #WCES de alto nivel! Estoy tan feliz como tú! Gracias!
¡¡¡Qué grande Juan!!!
Me apunto que a mi me habría pasado igual y aun me habrían pillado sin ropa o hurgando la nariz o … a saber… Pero tu hiciste algo «magistral» (o lo que te salió)
¡¡¡Estuvo genial como lo hiciste todo!!
Muchas gracias!
¡Gracias a ti, AdriándeGrafreak! Otro fichaje más para el club de la comedia WordPresseril… vamos a tener que montar nuestro propio evento…
Reconoce que ahora tienes una paranoia que te cagas cada vez que te metes el dedo en la nariz por si estarás activo el alguna videoconferencia que haya quedado tapada detrás de todas esas pestañas del navegador… Efectos secundarios de la WCES.
Gracias por tu resumen y por acompañarnos en el viaje, «Jaun». Sin ti, no hubiera sido lo mismo.
Un abrazo fuerte.
¡Gracias, don Pablo! De normal tengo tapada la webcam, que ya tenía la paranoia de antes. Ahora lo que temo es que de repente aparezca Julio a decirme por los auriculares que no estoy sentado bien en el centro o que me aleje un poco de la pantalla…
¡Descansa que te lo mereces!
De hecho te veo un poco respanchingado en la silla ahora mismo y eso no da muy buena imagen. Y la luz de la lámpara de techo tampoco te favorece mucho. Si quieres te paso un link de amazon de unas lamparitas LED que hacen maravillas… :D
Muchas gracias por tu crónica ‘Juna’!!! Un placer como siempre pasar unos ratitos aunque fuera virtualmente y entre bambalinas contigo 😉
Qué buena crónica Juan, mira que me reí a posteriori (porque no lo vi en directo) con «el fallito» en el que te involucraron, pero es cierto que podía haber sido peor ciertamente.
Empiezo a pensar que no concibo una WordCamp sin ti ni Jose Luis.
Un abrazo, y enhorabuena por la parte que te toca.
Bueno, el «team Granada» tampoco puede fallar, ¿eh? Una pena que no nos vayamos a encontrar por Porto en unas semanas… ¡Pero lo celebraremos cuando nos encontremos sí o sí! ¡Fuerte abrazo, Jesús!
Jaun eta Jabe. significadode.org/euskera/jaun%2…