He salido a las nueve de la mañana a la calle para intentar no cocerme vivo y a las once ya había 32 grados. Y justo para la semana que viene, que tendría que hacer bueno, dan lluvia. ¡Argh! Día de compras (primera vez que compro ropa en… ¿tres años?), de fútbol y de intentar cerrar más y más cosas.
