Vuelven los paseos, los árboles y los cielos azules. Vuelven las rutinas (más o menos). Y sigo metiendo demasiadas horas, para ser julio (o aunque no lo fuera), delante del ordenador.

Vuelven los paseos, los árboles y los cielos azules. Vuelven las rutinas (más o menos). Y sigo metiendo demasiadas horas, para ser julio (o aunque no lo fuera), delante del ordenador.